LA CONSOLIDACI�N DEMOCR�TICA.
1.- EVOLUCI�N DE LA ECONOM�A
Las pol�ticas de todos los gobiernos, desde 1982, han estado orientadas al crecimiento econ�mico, como medio de disminuir las tasas de paro, y a la reducci�n del d�ficit comercial, del endeudamiento estatal y la inflaci�n. En este proceso se distinguen las siguientes fases:
? Primer ajuste econ�mico: al llegar el PSOE al poder se procedi� a un ajuste econ�mico para alcanzar las metas citadas. Para lograrlo devalu� la peseta un 8 %, con el fin de incrementar las exportaciones, se aplicaron altos tipos de inter�s y se elev� la presi�n fiscal (para contener el gasto p�blico).
En 1983 se puso en marcha la reconversi�n industrial, que afect� a sectores tradicionalmente intervenidos y a empresas como el holding Rumasa (expropiado ese a�o).
? Pol�tica expansiva: reducida la inflaci�n al 8?2 % y con un super�vit exterior del 1?7 %, se procedi� a aplicar una pol�tica (keynesiana) basada en la expansi�n econ�mica y el aumento de dinero disponible (bajada del IRPF). Se foment� una nueva reindustrializaci�n (ZUR) y los acuerdos econ�mico-sociales redujeron la conflictividad laboral. Adem�s, la entrada en la CEE permiti� una fuerte inversi�n extranjera, deseosa de establecerse en pa�ses con bajos costes salariales. La econom�a creci� en 1987 y 1988 m�s del 5 %, y se crearon m�s de un mill�n de puestos de trabajo. Son los a�os del boom econ�mico y del ?pelotazo?, de fuertes especulaciones y ganancias en Bolsa; y, para luchar contra el fraude, se cre� la Agencia Tributaria, dependiente del Ministerio de Econom�a y Hacienda.
? Segundo ajuste econ�mico. A partir de 1989 creci� la actividad econ�mica y el empleo, pero eso origin� el incremento del consumo y de las importaciones, aumentando la inflaci�n y el d�ficit en la balanza comercial. Por esa raz�n, el Banco de Espa�a aplic� pol�ticas restrictivas para enfriar la econom�a (retenciones de capital y subida de los tipos de inter�s).
Sin embargo, tras la Huelga General del 14-D (1988), el Gobierno aument� el gasto social y las inversiones p�blicas (Expo 92, Juegos Ol�mpicos, aeropuertos, AVE, autov�as...) y las transferencias a comunidades aut�nomas.
Eso hizo subir el d�ficit p�blico, lo que supuso un incremento del paro, el hundimiento de la inversi�n y la inflaci�n se mantuvo alta. Por eso, el Gobierno decidi� levantar las restricciones.
Pero la crisis energ�tica y las tormentas monetarias convulsionaron la econom�a espa�ola (del mismo modo que los ciclos expansionistas la hab�an favorecido antes) y, a partir de 1993, Espa�a sufri� un aumento del paro (casi 3.000.000, un 20 %), d�ficit p�blico e inflaci�n.
? Recesi�n econ�mica. A partir de 1993, la pol�tica econ�mica tuvo como principal objetivo cumplir los requisitos establecidos en la Cumbre de Madrid (1995) de convergencia hacia el euro: estabilidad de precios, equilibrio presupuestario, privatizaciones, libertad de movimiento de capitales (en una econom�a globalizada), competitividad, moderaci�n salarial, etc.
El gobierno fija entonces unos presupuestos restrictivos e inicia una pol�tica de flexibilizaci�n laboral, lo que le llev� al enfrentamiento con los sindicatos (nueva Huelga General). El Banco de Espa�a accedi� en 1994 a la total autonom�a del Gobierno, lo que significaba que el Estado no pod�a recurrir a �l para sanear el d�ficit p�blico.
? Nuevo crecimiento. Tras las Elecciones de 1995 y el triunfo del PP, su actuaci�n se bas� en la continuidad de la pol�tica del PSOE: rigor presupuestario para reducir el d�ficit y luchar contra la inflaci�n, cumpliendo Espa�a en 1998 los requisitos de la UE para ingresar en el euro.
A partir de 1999, el crecimiento espa�ol se bas� en el consumo interno, favorecido por la moneda �nica y los bajos tipos de inter�s.
? Transformaciones en el sistema productivo. La estabilidad pol�tica, la pertenencia de Espa�a a la UE y la moneda �nica ha hecho posible un espectacular crecimiento econ�mico, que se pone de manifiesto en la mejora de infraestructuras y la modernizaci�n de las estructuras productivas.
En el transporte se opt� por el modelo de autov�as frente al de autopistas. En materia de ferrocarril se lleva cabo una pol�tica de saneamiento, cerr�ndose l�neas no rentables y se comenzaba la modernizaci�n con el AVE.
Debido a los frecuentes periodos de sequ�a, se redacta el borrador del futuro Plan Hidrol�gico Nacional, en el que se define al agua como un bien social.
Se modernizan las estructuras productivas, mejorando la educaci�n y la especializaci�n laboral, incrementando la cantidad y la calidad del equipo productivo, al progreso tecnol�gico.
2.- TRANSFORMACIONES DE LA SOCIEDAD
Desde 1982 se han experimentado grandes cambios: sube la esperanza de vida (una de las m�s altas del mundo), baja la tasa de fecundidad (la m�s baja del orbe, por m�ltiples causas).
Espa�a ha pasado de ser un pa�s emigrante a uno de inmigraci�n, quienes realizan los trabajos no deseados por los espa�oles, buscando en nuestra econom�a una posibilidad de progreso. Pero esto ha dado origen a algunos brotes de racismo y xenofobia.
La sociedad ha modificado el sistema de valores: se ha hecho m�s solidaria, liberal y permisiva. Se ha incrementado la objeci�n de conciencia y se ha movilizado contra atentados y contra el recurso de la fuerza para defender posiciones pol�ticas o sociales. Han crecido las preocupaciones medio ambientales, hasta el punto de realizar numerosas movilizaciones.
En los aspectos laborales, la actuaci�n socialista se centr� en la fijaci�n de una semana laboral de 40 horas, vacaciones anuales de 30 d�as y aumento de la edad del trabajo a los 16 a�os.
En materia de pensiones, se establecieron las pensiones m�nimas y las no contributivas, con las que se respond�a al aumento del n�mero de jubilados. En los momentos de crisis se establecieron l�mites en las m�s altas y se endurecieron los requisitos para acceder a las mismas. El Pacto de Toledo sirvi� para subir las pensiones en funci�n de la subida del IPC.
En materia sanitaria, la Ley General Sanitaria (1986) supuso la universalizaci�n de la asistencia sanitaria a trav�s del Sistema Nacional de Salud. Pero eso origin� un desmesurado gasto farmac�utico y asistencial, debido a incremento de la esperanza de vida. Este incremento se ha visto hoy corregido mediante el medicamentazo (recortes de prestaciones).
En cuestiones educativas, la LOGSE estableci� la escolarizaci�n obligatoria hasta los 16 a�os. Esto se tradujo en un incremento sustancial del n�mero de alumnos y de la cuant�a y valor de las becas concedidas.
Desde 1975 se ha registrado una gran dinamizaci�n cultural, en las comunicaciones y en otros m�ltiples aspectos de la vida y de las ciudades.
3.- ELECCIONES Y EVOLUCI�N POL�TICA
3.1.- Los Comicios de 1982
El cambio en esas elecciones fue espectacular, y pudo influir mucho el 23-F, la moderaci�n del PSOE, las crisis del PCE y de UCD, el hundimiento de los partidos centristas y de derecha (CDS, AP-PDP), las promesas del PSOE (800.000 empleos..., ?Por el cambio?...), etc.
? El PSOE duplic� casi sus esca�os, consiguiendo el 48?2 % de los votos; la 1� vez que un partido obten�a mayor�a absoluta, y que la izquierda superaba a la derecha tras la Guerra Civil.
? La UCD se desmoron� debido a sus luchas internas, a la debilidad de sus gobiernos y a la situaci�n econ�mica del pa�s.
? AP-PDP se convierte en la segunda fuerza pol�tica del pa�s, reemplazando al anterior.
? El CDS, a pesar del carisma de Su�rez, fracas� (s�lo 2 esca�os?).
? Algo parecido le ocurri� al PCE (4 diputados), obligando a dimitir a Carrillo en su direcci�n.
? De los regionalistas s�lo sobreviven Convergencia i Uni� (CIU) y Ezquerra Republicana de Catalu�a (ERC) en esa regi�n; y el Partido Nacionalista Vasco (PNV), Euskadiko Ezquerra (EE) y Herri Batasuna (HB) en Vascongada.
? Desaparece la extrema derecha del marco electoral, al no alcanzar ning�n esca�o.
3.2.- Las sucesivas Elecciones
El bipartidismo continu� imperando en Espa�a, como podemos observar en los siguientes Comicios legislativos:
? En las de 1986, aunque el PSOE perdi� 18 esca�os y m�s de un mill�n de votos (?), a�n conservaba la mayor�a absoluta en el Congreso. A destacar la reconversi�n industrial, el plan de choque econ�mico y la primera crisis interna (Guerra-Boyer). Crisis que tambi�n afect� a AP (Fraga dimite), siendo derrotado moment�neamente por el CDS.
? Las de 1989 estuvieran marcadas por la Huelga General del 14-D (diciembre de 1988), los primeros esc�ndalos econ�micos que afectaron a algunos miembros del PSOE, la actuaci�n de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberaci�n, terrorismo de Estado amparado por el Gobierno?) contra ETA y la preparaci�n de los actos del 92 (Olimpiada de Barcelona y EXPO de Sevilla). Aunque ya no consigue mayor�a absoluta, volvi� a ganar el PSOE; mientras el PP (que sustituye a AP) se mantiene e IU (que reemplaza al PCE) sube.
? En 1993 destacan los esc�ndalos pol�ticos que salpican al PSOE (judicial e internamente). Sin embargo, obtiene m�s votos pero menos esca�os que en los anteriores: al no tener mayor�a absoluta, comete un grave error pol�tico, ya que tuvo que pactar con los nacionalistas (PNV y CIU), que a cambio consiguen poder econ�mico y auton�mico. Comienza el declive del PSOE.
Esa legislatura fue muy conflictiva, por lo ya se�alado (esc�ndalos econ�micos, financiaci�n ilegal del PSOE, GAL, apoyo nacionalista, etc.). La vida pol�tica se radicaliza y las acusaciones se multiplican (el propio IU arremete contra el PSOE, pretendiendo recuperarse a su costa).
? Las de 1996 vienen a ser un calco ?pero al rev�s? de las de 1982: ahora gana el PP, tras unas victorias previas en las Elecciones Europeas (1994) y Municipales-Auton�micas (1995); aunque no logra mayor�a absoluta (en realidad, los resultados fueron similares a los de 1993, pero se invirtieron). Por los mismos motivos, tambi�n tuvo que pactar con los nacionalistas (aunque en esta ocasi�n hay una mayor coincidencia de ideolog�a centro-derecha).
? En el 2000 consigue el PP de nuevo la victoria, pero ahora ya con mayor�a absoluta: lo que le evita pactar con los regionalistas.
4.- LA CONSTRUCCI�N DEL ESTADO AUTON�MICO
Al llegar el PSOE al poder, quedaban pendientes de aprobaci�n los Estatutos Auton�micos de Baleares, Castilla-Le�n, Extremadura y Madrid; que ser�an finalmente promulgados en febrero de 1983. Restaba entonces, para cerrar el mapa auton�mico, los estatutos correspondientes a las ciudades de Ceuta y Melilla.
La construcci�n del denominado Estado de las Autonom�as se ha realizado sobre la base de transferencias de servicios, personal y presupuesto desde la administraci�n central a las comunidades. Las denominadas comunidades hist�ricas (Galicia, Euskadi y Catalu�a), m�s Andaluc�a, obtuvieron con mayor rapidez las transferencias b�sicas fijadas en sus respectivos estatutos; lo que les permiti� desarrollar sus propios modelos de servicios, como educaci�n o sanidad: aunque de modo asim�trico, pues no todas ellas disfrutan de las mismas transferencias. Los antiguos Gobiernos Civiles dieron paso a las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno, en cuyos organigramas se han adscrito los servicios perif�ricos de la Administraci�n Central no transferidos.
Entre las acciones m�s controvertidas figura la pol�tica de normalizaci�n ling��stica, que supone primar las lenguas propias de las comunidades a trav�s de los medios de comunicaci�n, la educaci�n y los incentivos a funcionarios y empresas.
La debilidad del gobierno socialista oblig� a aceptar en su �ltima legislatura (1993-1996) demandas de nuevas transferencias a las comunidades gobernadas por partidos nacionalistas, que inclu�an la cesi�n del 15 % del IRPF como medio de financiaci�n adicional de sus presupuestos. Lo que fue incrementado hasta el 30 % por el PP en el per�odo 1996-2000?
Las tensiones nacionalistas se han ido incrementando desde 1998, y las demandas a favor de un Estado Federal comenzaron a ser defendidas incluso por sectores socialistas en 1999.
En 1998, en la declaraci�n de Estella/Lizarra, todos los partidos nacionalistas vascos, junto a IU, acordaron dialogar sin l�mites con ETA y exig�an el acercamiento de presos etarras al Pa�s Vasco. Anteriormente, ETA hab�a declarado una tregua despu�s de una campa�a de amedrantamiento y asesinatos de concejales del PP.
Electoralmente, en 1998 los nacionalistas vascos repitieron mayor�a, el PP subi� en esca�os, hasta convertirse en la segunda fuerza. Los nacionalistas unidos a EH, acordaron una concurrencia en las listas a las municipales a la par que se alejaban de las posturas de condena de asesinatos y la lucha por la paz.
En Catalu�a se produjo una escalada del partido de Jordi Pujol (cosoberan�a, tratamiento para Catalu�a de Estado, relectura de la Constituci�n y Estatuto de Autonom�a, modificaci�n del modelo de financiaci�n. estas peticiones fueron despu�s defendidas por los socialistas catalanes.
En Galicia el Bloque Nacionalista Galego se convirti�, tras las elecciones de 1997, en la segunda fuerza electoral, mientras el PP repet�a la mayor�a absoluta en el Parlamento gallego... Es el BNG el que l�der las peticiones de autodeterminaci�n frente al PP de Manuel Fraga, quien en apenas 8 a�os, se ha convertido en un defensor de las ideas auton�micas, hasta el punto de primar el gallego sobre el castellano.
5.- EL TERRORISMO
En los a�os ochenta, adem�s de los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO), cuyas acciones terroristas se desarrollaron en todo el territorio nacional, el Exercito Guerrilleiro do Povo Galego Ceibe, en Galicia, Terra LLiure, en Catalu�a, y Euskadi ta Askatasuna (ETA: Euskadi y Libertad), en el Pa�s Vasco, conceb�an la lucha armada como complemento de la acci�n pol�tica, en la creencia que las acciones violentas pod�an obligar al Estado a negociar sus respectivas independencias.
La acci�n policial y pol�tica conjunta, logr� desarticular a los grupos de Galicia y Catalu�a, mientras que los GRAPO lo fueron policialmente, dado que este grupo y su brazo pol�tico, el Partido Comunista Reconstituido (PCEr) se negaron a negociar su disoluci�n.
El PSOE lleg� al poder con la esperanza de que ETA militar siguiera los pasos de la ETA pol�tica que hab�a renunciado a la violencia, pero los atentados continuaron.
Por esta raz�n se combinaron la acci�n pol�tica y la policial. Por ejemplo las buenas relaciones con es Estado franc�s ayudaron a la desarticulaci�n de numerosos comandos y a su persecuci�n en el santuario franc�s.
La eficacia de los CFSE (Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado), se basaron en la mejor formaci�n de especialistas, dotaciones y aunque no se impidieron los atentados con coches bomba o el tiro en la nuca, pero en acciones cada vez m�s desesperadas de los terroristas. Para lograr la paz se constituyeron dos mesas, primero la de Ajuria Enea y otra en la capital de Espa�a que el Pacto de Estella desbarat�.
En la lucha antiterrorista se intercala el episodio de los GAL, seg�n la sentencia de la Audiencia Nacional, estuvieron organizados por el Ministerio del Interior y constituidos por mercenarios y Fuerzas de Seguridad. Sus atentados se dirigieron a destacados miembros aberzales y a exiliados vascos.
6.- LA INTEGRACION EN EUROPA
La incorporaci�n a Europa fue el eje del proyecto pol�tico del PSOE cuando lleg� al gobierno. Dos eran los elementos de dicha incorporaci�n: la Comunidad Econ�mica Europea (CEE) y la Organizaci�n del tratado del Atl�ntico Norte (OTAN).
Para la primera, los escollos fundamentales estaban en la agricultura y la pesca francesas, a pesar del acceso del socialista F. Mitterand a la presidencia gala, y la financiaci�n de las reformas estructurales y de ampliaci�n, que deber�an recaer, b�sicamente, sobre la Rep�blica Federal Alemana. Con el fin de salvar el segundo de ellos, Felipe Gonz�lez efectu� una visita a BONN, donde logr� la aportaci�n alemana a cambio de una modificaci�n de la actitud espa�ola ante la OTAN y otros temas colaterales. Un mes m�s tarde, el canciller Hermut Kohl acced�a a la reforma presupuestaria comunitaria, pero s�lo si se produc�a la ampliaci�n.
El tratado de adhesi�n fue firmado en Madrid el 12 de junio de 1985 y entr� en vigor el 1 de enero de 1986., pero su integraci�n plena se retrasar�a hasta diez a�os, tras un largo y complejo periodo transitorio de liberalizaciones mutuas y con terceros, con los que Espa�a se adaptaba, al mismo tiempo, a las condiciones del acervo comunitario.
Espa�a ostent� la presidencia sacando partido a sus relaciones internacionales, aumentando su influencia y logrando el crecimiento de los Fondos Estructurales y la segunda presidencia despej� el camino hacia la moneda �nica.
Espa�a se incorpor� a la OTAN el 1 de Enero de 1986 y el 12 del mismo a�o convoc� un refer�ndum sobre su permanencia o no en la Alianza ganado por los partidarios de su integraci�n con un margen de 13 puntos.
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