lunes, 19 de noviembre de 2007

Conceptos de Arte

Conceptos de Arte


CONCEPTOS DE PINTURA

La pintura es, ante todo color, y sus posibilidades se multiplican según sea el soporte o los pigmentos utilizados en la creación artística. Entre las técnicas más utilizadas destacan:

- Al fresco. Se realiza estando el revoco del muro húmedo. Este revoco contiene cal apagada y arena. La pintura se aplica mezclada con agua de cal, lo que facilita su integración en el muro. Al secar se obtienen carbonato cálcico, que es extremadamente resistente a los agentes exteriores; esta circunstancia permite el empleo del fresco en decoraciones al aire libre. El uso del agua de cal hace que todos los colores queden levemente blanqueados, lo que proporciona gran luminosidad a la pintura. No puede pintarse cuando el muro está ya seco, porque habiendo fraguado el revoco ya no se integraría la pintura; por eso hay que acometer la obra por tareas que se acabarán cada jornada, lo que obliga a una técnica ágil y eficaz.

- La acuarela no utiliza el blanco como pigmento. Todos los colores dejan transparentar más o menos el papel, lo que proporciona al procedimiento una luminosidad solo aventajada por las vidrieras. Para extender el color se utiliza exclusivamente agua, por lo que seca rápidamente; ello obliga a una técnica rápida, suelta, que le da un aspecto inconfundible y muy personal.

- La témpera utiliza el agua como ayuda para extender el color, pero a diferencia de la acuarela, utiliza el pigmento blanco. Los colores son opacos y algo apagados, pero un color claro puede aplicarse sobre uno oscuro, lo que es imposible en la acuarela.

- El temple, al utilizar huevo, es más brillante y lento de secar, lo que facilita los modelados. En el siglo XV se le añade aceite, formándose así el temple graso, que es más flexible y facilita la pintura altamente realista de este momento. Como soporte suele utilizar la tabla.

- El óleo es el procedimiento más lento en secar de todos los conocidos; ello permite un trabajo sosegado y que puede interrumpirse siempre que se quiera, sin perjuicio para la obra. Esta técnica revolucionaria se atribuye a los hermanos Van Eyck (Hubert y Jan), si bien ya era conocida un siglo antes, lo que pasa es que ellos la elevaron a la excelencia. Otras de las ventajas del óleo son que permite retocar y corregir la pintura repetidas veces, utilizar color sobre color y veladuras. Sin esta técnica jamás podríamos haber conocido el sfumato de Leonardo Da Vinci.

- La encáustica o a la cera fue utilizada por griegos y romanos, que conocían bien las propiedades de la cera. Pero no se sabe hasta qué punto se utilizó para pinturas murales (como se ha creído mucho tiempo), y más bien parece que sólo se empleó para proteger pinturas al fresco. En el siglo XIX con el descubrimiento de las pinturas pompeyanas se avivó el interés por este procedimiento al creerse que algunas pinturas romanas fueron hechas así. El procedimiento exige calor para fundir la cera, a la que se añade resina para darle más dureza. La paleta es metálica y se coloca sobre una estufa; de igual modo las espátulas y pinceles metálicos deben estar calientes. Una versión muy manejable de este procedimiento, y bien conocida, la constituyen los lapiceros de colores o las ceras de color que tan profusamente usan los escolares.

- El mosaico no utiliza pigmentos. El color lo proporcionan directamente las teselas o piezas pequeñas de piedra, vidrio o metal, con las que se crea la composición. El artista dispone de una abundante variedad de piezas, en cuanto a color y tamaño se refiere; sobre un dibujo previo y en posición horizontal, se colocan las teselas configurando las formas. Posteriormente, con el trabajo acabado, se trasladará a la superficie de acogida definitiva, donde ya estará la argamasa preparada. Una vez fraguada se procede al acabado final y su limpieza.

- La vidriera se trabaja igual que el mosaico, es decir, sobre un plano horizontal y sobre un dibujo previo en el que se han diseñado los cortes de los vidrios y el sombreado que se ha de dar a las figuras. Una vez cortados los vidrios (del color deseado), se pintan las sombras, o algún otro color, con pigmentos que se funden a muy alta temperatura. Este mosaico de vidrio se lleva al horno donde, al fundirse, el color se integra en el vidrio. Posteriormente se recompone el mosaico, se unen sus bordes con plomo, se arma sobre hierros sólidos y se lleva al ventanal.
CONCEPTOS DE ESCULTURA

La escultura, dada la importancia concedida a los volúmenes externos, requiere múltiples puntos de vista. Hay que distinguir entre:

- El relieve: bajorrelieve, mediorrelieve y altorrelieve.
- El bulto redondo o figura exenta, que puede ser contemplada en derredor. Los tipos pueden ser individualizados, ecuestres o en grupo.

En cuanto a las técnicas más empleadas podemos destacar:

A) Arcilla, madera, mármol y piedra.

- Modelado. Se realiza a base de arcilla húmeda a la que se da forma con suavidad.
- Entallar o encolado. Consiste en unir las diferentes piezas de madera que forman una escultura, tallando previamente las piezas por separado, para luego recomponer la figura o un retablo entero.
- Esculpido de la piedra. Se trata de ir quitando partes al bloque hasta conseguir la figura deseada. Al ir devastando la piedra el escultor va realizando volúmenes negativos y el resultado es lo que queda sin tocar. El gran riesgo que se corre con este método es el de no poder añadir nada, en caso de error, por lo que se suelen hacer minuciosos estudios previos.

B) Metales.

- La técnica del vaciado. Consiste más en obtener un molde de la obra y con él reproducir la misma una o varias veces en un material que pueda obtenerse en estado liquido y que después termine fraguando y endureciéndose. Gracias al vaciado se pueden obtener en materiales duraderos detalles delicados y sutiles que nunca podrían haberse obtenido trabajando directamente sobre el material.
- Forja de hierro o metal. Se trata de una labor que se caracteriza porque no se hace nada con molde, sino pieza a pieza al fuego y sobre el yunque, como las rejas de las puertas, balaustres de balcones, etc.
- Orfebrería. Se trata del trabajo de metales preciosos, mediante el cuál se puede llegar al repujado o trabajo de la plata o del oro, así como la decoración virtuosa de objetos litúrgicos con incrustación de piedras preciosas.

C) Otros materiales.

Hay, por último, nuevos materiales, como los plásticos, los poliésteres, etc., que, junto con el aluminio, el hierro y el hormigón, se utilizan para grandes murales o composiciones en parques y plazas, utilizando un diseño casi industrial.



















CONCEPTOS DE ARQUITECTURA

La arquitectura crea espacios que se cubren para una función: residencial, religiosa, económica, política, etc. Es importante considerar el hecho arquitectónico como la creación de espacios interiores que resulten confortables y adecuados al uso al que se destinan. La elaboración de estos espacios internos sólo presenta una verdadera dificultad técnica: la cobertura superior. El elemento sostenido no sólo presenta las mayores dificultades constructivas sino que depende de él toda la estructura arquitectónica y llega a condicionar todo el estilo. En definitiva, toda la historia técnica de la Arquitectura es la historia de los sistemas de cubrimiento, es decir, de los elementos sostenidos. Los elementos sustentantes, en general, serán una consecuencia estricta de los elementos sostenidos.

Elementos sustentantes.

Son fundamentales para la estabilidad de la estructura de cualquier construcción y deben ser adecuados al tipo de cubierta que vaya a tener el edificio. Los principales elementos sustentantes de un edificio se pueden organizar en:

- Muros. Es un elemento sustentante continuo en cuanto que tiene juntas las piezas que lo constituyen sin dejar “huecos” nada más que los vanos de acceso al interior o de entrada de luz y aire. La forma de realizarlo se denomina aparejo pero se conoce también con el nombre latino de “opus” (obra o trabajo); sin embargo se suele utilizar el término opus para hacer referencia al tamaño y forma de los materiales, generalmente irregulares, mientras que el término aparejo se utiliza con más frecuencia para distinguir los diferentes tipos de muro según la colocación de los sillares. Los materiales con que se construyen pueden estar sin labrar, parcialmente labrados para darles una forma casi regular (sillarejo) o tallados en forma de prisma cuadrangular o paralelepípedo (sillares).
Según el tipo de piezas que lo componen, su tamaño, forma o disposición en que se encuentran recibe distintos nombres.
Trabajo realizado con materiales irregulares
§ Mampostería muro hecho con piedras de diferentes tamaños sin labrar amontonadas, con o sin argamasa, entre las que pueden quedar pequeños huecos.
Opus caementicium: mezcla de guijarros, cal y arena formando una superficie continua.
Opus craticum: muro con estructura de madera rellena por piedras con cal o cemento.
Opus incertum: muro de hormigón al que se empotran exteriormente piedras sin labrar. algo labradas)
Aparejo isódomo: con piezas en paralelepípedo iguales unas a otras.
Aparejo pseudoisódomo: con piezas en paralelepípedo pero de dos tamaños diferentes.






Aparejo a soga: Los sillares aparecen al exterior vistos por su lado ancho.
Aparejo a tizón: Los sillares aparecen al exterior vistos por su lado estrecho.
Aparejo a soga y tizón: Los sillares aparecen al exterior vistos alternadamente por su lado ancho y estrecho.

Almohadillado: los sillares no presentan una superficie uniforme sino que aparecen al exterior abombados, en forma de pirámide, de tronco de pirámide,...

Opus poligonal: aquel cuyas piezas tienen forma próxima a polígonos aunque irregulares.
Muro ciclópeo: realizado con piedras de grandes dimensiones.
Opus vitatum: las hiladas de piezas son horizontales aunque varían de altura.
Opus quadratum: las hiladas de piedras suelen tener la misma altura.
Opus testaceum: hecho a base de ladrillos o tejas cocidas unidos con argamasa.
Opus reticulatum (en forma de rombos o red): las piezas tienen forma de pirámide y están empotradas en el muro dejando la base de la pirámide a la vista en el exterior.
Opus spicatum (en forma de espina de pez): las piezas están oblicuas y encajan unas con otras en ángulo recto alternando su inclinación a derecha e izquierda.
Aparejo según el tipo de sillares.
Opus reticulatum (en forma de rombos o red): las piezas tienen forma de pirámide y están empotradas en el muro dejando la base de la pirámide a la vista en el exterior.
Opus spicatum (en forma de espina de pez): las piezas están oblicuas y encajan unas con otras en ángulo recto alternando su inclinación a derecha e izquierda.
La


n sillares almohadillados
- Vanos. Tanto en huecos de portada como en tabiques, se trata pues de puertas y ventanas, constituidas por jambas (partes laterales) y dintel (parte superior), más el umbral, en el caso de las portadas, y el alféizar, en el caso de las ventanas (línea imaginaria inferior que se traspasa al entrar o salir de un edificio). El espesor de los muros no permitía grandes aberturas, para que no peligrase así su estabilidad, por ello se recurrió a la ingeniosa idea de abocinar las jambas (disponiendo la portada o ventada de más ancho a más estrecho), con lo que la superficie de sustentación era la misma, pero la iluminación mayor. Estos abocinamientos o derrames, por otra parte, sugieren y facilitan los magníficos portales medievales. Dos elementos decorativos relacionados con puertas y ventanas son: el parteluz o mainel, fundamentalmente utilizado en el Gótico, y el alfiz, enmarque de la ventana o portada en moldura decorativa, muy utilizado en el arte islámico y mudéjar. Un último elemento a señalar entre los vanos sería el caso de la puerta-balcón, cuando el vano sobresale a modo de mirador, con su reja de hierro, que se apoya en tornapuntas en "S", como en las plazas mayores del Renacimiento español.

- Pilares. Son elementos sustentantes verticales de sección poligonal (de polýs, mucho, y gonía, ángulo), siendo el cuadrado su sección básica. En la Edad Media los pilares se tornan cruciformes, porque así se ajustan a los cuatro arcos que corresponden a cada tramo. El pilar se complica notablemente a medida que avanza la Edad Media, como consecuencia de la complicación de las cubiertas. Si el pilar es adosado se denomina pilastra, y si tiene forma de pirámide invertida estípite, de tanta presencia en el Barroco y en el Manierismo. En todos los casos es muy frecuente que el pilar tenga en sus extremos los mismos elementos que la columna, es decir, basa y capitel.

- Columnas. Son elementos sustentantes verticales de sección curva, generalmente circular. Parecen ser, en su origen, la plasmación en piedra de los primitivos troncos de árbol utilizados en Arquitectura, siendo las estrías las naturales de la corteza. En su elaboración se cuidan magníficamente sus proporciones. Se constituyen en tres partes fundamentales: basa, fuste y capitel. Decir que un templo es de estilo dórico o corintio significa, fundamentalmente, decir que es de columnas dóricas o jónicas.














SOPORTES: a) pilar, b) pilastra, c) columna, d)pie derecho, e) y f) ménsulas, g estribo, h)dintel.



2. Elementos sustentados.

- Dintel (Arquitectura arquitrabada o adintelada). Es la manera de cerrar un vano de forma plana, por medio de una losa de piedra, un tronco de madera... y, en la actualidad, por una viga metálica, cemento... La dificultad constructiva deriva de tener que poner dicha pieza sobre los elementos sustentantes y a lo largo de la historia se ha resuelto de diferentes formas: mediante rampas de arena, poleas,...

El peso de la pieza que constituye el dintel y de los materiales que están encima se descarga en vertical hacia el suelo de forma que los extremos del dintel, que se apoyan en los elementos sustentantes (muros, pilares,...), quedan firmes mientras que la parte central, que no esta apoyada, tiene mas peligro de hundirse. Los laterales del vano (jambas) deben ser gruesos para recibir verticalmente el peso del dintel.
Descarga del peso y punto débil Variación de altura y anchura del dintel.
Si encima del dintel se continúa construyendo y añadiendo materiales sin ningún otro cuidado, el peso de esos materiales puede aplastar el dintel por su parte central. La parte central del dintel es, pues, su punto débil. Cuanto mayor sea la luz del vano (anchura), más débil será el dintel y más posibilidades tienen de hundirse.
En cambio, la altura a la que este el dintel respecto al vano no interviene en su estabilidad sino que influye, únicamente, el peso de los materiales que se le pongan encima.
En la arquitectura clásica se denomina entablamento (de entablar o juntar vigas) a todo lo que se encuentra sobre las columnas. Sus partes características son: el dintel, el friso [decorado con triglifos (en origen vigas que sobresalen transversalmente) y metopas (huecos rectangulares entre vigas y decorados con relieves, en origen chapas cerámicas o de madera decorada)], la cornisa (parte superior que engloba el frontón) y el frontón.

La arquitectura adintelada suele ir rematada en tejados a dos vertientes o a dos aguas. El elemento fundamental de estas cubiertas son las cerchas o cuchillos, armadura triangular que, reiterada cada cierto espacio, cubre todo el techo. Así pues, el frontón sería el resultado final de ese sistema constructivo, convirtiéndose en un marco magnífico para la estatuaria.
La armadura de la cubierta

















- Arco (Arquitectura abovedada). Es la forma curva de cerrar un vano y no consta de una sola pieza sino de varias, que se denominan dovelas. Las dovelas tienen una forma trapezoidal con mayor anchura en la parte exterior que en la interior mientras que pueden ser planas en su parte frontal y trasera, y que encajan en forma de cuña. La forma convergente de las dovelas impide que estas se caigan, con lo que el vector vertical del peso desaparece y se transforma en otro oblicuo que empuja hacia la dovela contigua. La suma de todos estos vectores da una resultante oblicua sobre los apoyos o salmeres del arco, que descansan directamente sobre las jambas. El hecho de que los empujes sean oblicuos supone la más profunda revolución de la historia de la ingeniería constructiva, ya que para evitar que se derrumben los muros se recurrirá a geniales soluciones que modificarán radicalmente los elementos sustentantes.



Partes:
1.- Imposta
2.- Salmer
3.- Dovela
4.- Contraclave
5.- Clave
6.- Intradós
7.- Extradós (trasdós)
8.- Rosca
9.- Luz
10.- Flecha
11.- Riñón
12.- Jamba

Existen muchos tipos de arcos, en función del número de centros, pero destacaremos:




















De medio punto o semicircular. Es aquel cuya circunferencia se hace desde un solo punto.
Peraltado. Es un arco de medio punto que se continúa hacia abajo, desplazando la línea de impostas.
Herradura o visigodo. Es un arco de circunferencia cuyo radio se prolonga 1/3 más del medio punto.
Carpanel. Viene de carpa, mástil, por tener tres puntos de circunferencia para su trazado. Es el más utilizado en el Renacimiento español.
Ojival apuntado. Es un arco de trazado simétrico característico del gótico.
De 1































































El arco origina dos cubiertas características: la bóveda y la cúpula. La primera puede considerarse engendrada por un arco que sigue un movimiento de traslación recto. Toma el nombre del arco, excepto si este es de medio punto, en cuyo caso se llama de cañón. Una bóveda de cañón suele construirse con unos arcos de refreno llamados fajones o torales (porque fajan la cubierta), que descansan en pilares o pilastras. Al exterior de estos se colocan los contrafuertes. Esta cubierta, muy utilizada en los primeros momentos del Románico, no es suficientemente segura, por lo que se recurre a la bóveda de arista, que se puede considerar como la obtenida por la intersección ortogonal de dos de medio punto. Con ello los empujes se localizan en cuatro puntos, donde se colocarán fuertes pilares. El resto del muro puede ser así más liviano.

Al colocar en las aristas de estas primitivas bóvedas unos arcos, llamados ojivas, se conducen todos los empujes oblicuos a estos nuevos arcos, los cuales los llevan a los extremos donde, al exterior, un arco lanzado al aire, llamado arbotante o arco puente, conduce el esfuerzo a los contrafuertes o botareles que, rematados por pináculos góticos, terminan por llevarlo a tierra. La diferencia entre la bóveda de aristas y la de ojivas es fundamental para el progreso técnico medieval.

El dominio de las bóvedas ojivales permitirá la multiplicación de los nervios, llegando a una decoración exuberante, como en el caso de las bóvedas de abanicos. La otra cubierta originada por el arco es la cúpula. Se considera creada por el movimiento rotatorio de un arco. Toma, en general, el nombre del arco que la engendra, excepto cuando éste es de medio punto, en cuyo caso se llama de media naranja. Los problemas técnicos que plantea la cúpula son dos: el primero es el de su asentamiento en tramos cuadrados y el segundo el de los empujes oblicuos.
El primer problema se resuelve con el uso de las pechinas, triángulo esférico o curvo que lleva el empuje de la cúpula al suelo. Los empujes oblicuos se resuelven con cuartos de esfera, ocupando los cuatro arcos que la sustentan, o mejor aún, aligerándola de peso y fajándola interior y exteriormente, como hiciera BRUNELLESCHI en Florencia.


De cañón De cuarto de cañón
De arista
De cañón apuntado
Anular

DE CRUCERÍA
Disposición de los arcos
Con la plementería
Bóveda Vaída
De cuarto de esfera
PARTES DE UNA CÚPULA

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