lunes, 16 de noviembre de 2009

EL BARROCO

El BARROCO.
El barroco es el estilo que se gesta a finales del XVI y se extiende hasta el XVIII. Nace en Italia y desde allí se expande por toda Europa. Se trata de un estilo complejo fruto de una época de crisis. Es un arte brillante, ostentoso, con él se expresa el poder de los grandes monarcas, la fluyente riqueza de los Estados y la próspera situación del catolicismo.
La variedad de situaciones socioeconómicas, políticas y religiosas originan la existencia de barrocos "distintos": un barroco cortesano y católico, instrumento de propaganda de la Iglesia y del Estado absoluto (Italia, Francia, España), y otro barroco burgués y protestante (Inglaterra y Holanda).
Pese a estas grandes diferencias existen impulsos estéticos comunes, fruto de la sensibilidad de la época, que desdeña las reglas y tiende a lo emotivo y desbordante. Es un estilo que refleja el estado de ánimo del hombre del momento, pesimista, desengañado, realista, con conciencia de sus imperfecciones.
RASGOS GENERALES DE LA ARQUITECTURA BARROCA
La arquitectura es la principal manifestación del estilo: las demás se someten a ella para conseguir el efecto de conjunto. Se define por su libertad, fantasía y afán de movimiento.
• Los materiales varían según las obras y los lugares; piedra, ladrillo estuco,...
• Los elementos constructivos presentan pocas novedades; se utilizan los clásicos que se disponen de un modo poco ortodoxo. Existe un predominio de la forma sobre la función.
• El muro es el principal soporte y tiene en carácter dinámico; se ondula y modela permitiendo plantas flexibles. Los vanos que se abren pueden tener formas complejas, ovales, con sobreventanas, etc.
• Los soportes, exentos o adosados se emplean mucho pero en general con fines decorativos. Se usan los atlantes, cariátides y ménsulas y aparecen dos soportes nuevos típicamente barrocos: la columna salomónica y el estípite.
• Los arcos son muy variados: medio punto, elípticos, mixtilíneos, ovales,...
• Las cubiertas son preferentemente abovedadas, de los tipos ya conocidos y otros nuevos como elipsoides, de planta mixtilínea. También pueden ser falsas llamadas encamonadas.
• Los elementos decorativos desbordan lo constructivo y son abundantes. Pueden ser arquitectónicos (columnas, volutas, hornacinas, frontones,...) escultóricos y pictóricos (bóvedas y techumbres).
• Los valores plásticos giran en torno a dos principios: liberación de las formas y dinamismo. Se rompe con el canon y no interesa la claridad sino los juegos de volúmenes y espacios. En el exterior las fachadas tiene un papel muy importante con movimiento y efectos de claroscuro. El espacio interior es envolvente, misterioso, infinito a veces teatral.
Los edificios son religiosos o civiles con un sentido simbólico-propagandístico y con una gran variedad de plantas. Los edificios típicos siguen siendo la iglesia y el palacio en sus distintas variaciones.
Como conclusión:
• Se descartan los esquemas simples del Renacimiento sustituyéndolo por planteamientos más complejos.
• Se introduce en la arquitectura la idea del movimiento.
• La luz adquiere un nuevo papel en la percepción total del edificio
• Los tradicionales elementos y formas arquitectónicas (arcos, columnas, frontones, cornisas...) se enriquecen y complican.
• Se destaca un claro interés por el urbanismo. En este merece destacar las plazas, el papel que adquieren las fuentes, los jardines,... así como el hecho de que los arquitectos barrocos fueron los primeros en plantearse el ordenamiento de las ciudades no solo de un modo teórico, como en el Renacimiento, sino también operativo.
LA ARQUITECTURA BARROCA ITALIANA
Roma es el centro más importante y los papas son los grandes mecenas del momento. La arquitectura se pone al servicio de la Iglesia Católica que tiene como misión conducir al fiel y persuadirle moviendo su sensibilidad.
Los arquitectos más importantes del momento son:
• Lorenzo Bernini: Es el arquitecto barroco por excelencia, además de escultor, pintor, decorador y urbanista. Va a encarnar mejor que nadie el deseo de grandeza de la Roma triunfal que recupera su supremacía espiritual y política.
Inicia su carrera con el Baldaquino de San Pedro, situado bajo la gran cúpula de la basílica. Es un monumental dosel de bronce sostenido por cuatro columnas salomónicas, donde no se utiliza la línea recta, sino que gira y se retuerce con gran sensación de movimiento. En esta obra consagra el uso de este tipo de columnas.
En la Scala Regia del Vaticano hizo Bernini uso de sus engaños perspectivos. Puso a cada lado de la Scala una hilera de columnas, convergentes y progresivamente más delgadas, de manera que la escalera parece más larga de lo que realmente es. En la gran Plaza de San Pedro la enorme columnata elíptica (dóricas), rematada de estatuas, parece abrazar a los fieles. Crea un lugar espacioso y al propio tiempo un impulso hacia la iglesia, consiguiendo un importante efecto de movimiento y de ilusionismo espacial.
En San Andrés del Quirinal utiliza planta ovalada con capillas alrededor y en la fachada, cóncava, coloca un pequeño pórtico, convexo, rematado con un frontón con volutas que sostiene un gran escudo central.
En la arquitectura civil Bernini realiza el Palacio Barberini de Roma.
• Francesco Borromini: Sobre pasa a todos los arquitectos italianos por su invención decorativa. Si Bernini utilizó siempre los elementos de la arquitectura clásica, respetando las proporciones y las reglas generales de la composición, Borromini va a romper con todas las reglas, a inventar nuevos elementos, y a concebir la arquitectura casi en términos de escultura, haciendo ondular los entablamentos y cornisas, inventando formas nuevas para los capiteles y utilizando bóvedas que parecen nervadas y arcos mixtilíneos. Consigue en el muro efectos pictóricos al dirigirse luz a superficies curvadas y quebradas. Obras: Plaza Navona. San Ivo de Roma, San Carlos de las Cuatro Fuentes y La iglesia de Santa Inés.
• Baltasar Longhena. Trabaja en Venecia y su obra maestra es la Iglesia de la Salute.
• Guarino Guarini. Trabajo en Turín, en San Lorenzo de Turín.

ARQUITECTURA BARROCA EN FRANCIA
Rasgo fundamental del arte francés de la época barroca es su carácter cortesano. Los artistas principales trabajan para los reyes por esto el edificio típico es el palacio formado por un cuerpo alargado y dos alas hacia el jardín, formando escuadra. Al revés que en Italia, las fachadas no miran a la calle, sino hacia el jardín. Las techumbres son típicamente francesas, formando cuerpos prismáticos de gran altura. En ellas se abren buhardillas. También se edificaron en Francia infinidad de iglesias, disponiéndose en tres pisos o con dos pisos y cúpula.
En tiempos de Luis XIII los artistas más importantes son Lemercier y Mansart. De Lemercier es la Sorbona y Mansart realiza una importante serie de "hoteles", es decir, viviendas urbanas para la alta burguesía o la nobleza, cómodas y elegantes.
Con Luis XIV la arquitectura francesa acentúa su carácter monárquico. El Rey fiscaliza toda actividad artística y se crean manufacturas que nutren de tapices y de toda clase de mobiliario a los edificios reales. Luis XIV deseaba terminar el Louvre, que ya había sido agrandado por Lemercier y aceptó el plan de Perrault y de LeVau colocando en la fachada una gran columnata clásica.
La creación de Versalles, será la obsesión del reinado y el símbolo del poder del Rey Sol, que establece allí su Corte. El primer proyecto de LeVau, pronto pareció pequeño y Luis Mansart, sobrino del anterior, realiza las ampliaciones y le da su carácter definitivo, con la riquísima decoración interior, dirigida por Le Brun primer pintor del rey. El gran Salón de los Espejos, las Sala de la Paz y de la Guerra son las más significativas del conjunto, del que los jardines son el complemento ideal. Este último hizo además la maravillosa iglesia de Los Inválidos, con soberbia cúpula.

ESCULTURA BARROCA EN ITALIA
Durante el barroco la escultura tiene un gran desarrollo tanto como decoración arquitectónica, como escultura independiente. Características:
• Los materiales más utilizados son el mármol y el bronce, procurando que reproduzcan las diversas calidades de las cosas. Se alcanza la perfección técnica y el virtuosismo. La textura de las superficies refleja gran calidad y expresividad.
• En cuanto al volumen externo normalmente las esculturas tienen un emplazamiento concreto. Se funden en el ambiente buscando efectos de luz por lo que tiene tratamiento pictórico.
• La luz tiene un papel muy importante. Se buscan fuertes efectos de claroscuro. Es una luz dirigida y de alto valor expresivo.
• El color es también importante. Se consigue por la policromía, los postizos e incluso por los efectos tonales producidos por la luz.
• Gran movimiento en las figuras, que se representan de forma espontánea e imprevisible. Se representan en acto y no en potencia como en el Renacimiento. Predominan las diagonales, las líneas serpentinatas y las formas abiertas, el dinamismo en las actitudes y los ropajes, y las expresiones tensas e incluso exageradas.
• La forma de expresión es naturalista realista. Normalmente representan un momento fugaz. Se representan los momentos álgidos, de dolor o alegría, nunca en reposo. Los ropajes se hinchan, desordenan y agitan. Buscando crear un conjunto de gran efectismos y teatralidad. Se busca la capacidad de conmover. Las figuras barrocas representan pasiones y sentimientos, la exaltación y desbordante emotividad.
• Los temas son muy variados, religiosos, mitológicos, alegóricos, retratos.
Bernini:
Es la figura culminante del siglo. Artista excepcional, comienza su actividad muy joven, realizando esculturas de carácter mitológico para el cardenal Borghese.
La perfección de su técnica se aprecia en obras como David, en el que hay que destacar la tensión muscular y la contracción del rostro, la actitud movida e inestable del cuerpo captado en pleno esfuerzo. En Apolo y Dafne, destaca el extraordinario tratamiento del mármol y del movimiento. Dafne encorva suavemente el cuerpo mientras Apolo contempla absorto como su víctima se convierte en árbol. Utiliza la composición en diagonal.
En el mausoleo del papa Urbano VIII crea un tipo de sepulcro papal que será muy imitado, con la figura del pontífice sentado en actitud de arenga, y en el basamento, figuras alegóricas de las Virtudes (la caridad y la justicia), y un esqueleto que está retirando el nombre del papa como símbolo de la muerte que se lleva su vida. En su vejez, en el mausoleo de Alejandro VII, reelabora el esquema, colocando al papa en oración y dramatizando aún más el grupo de las alegorías.
Como gran decorador urbano, realiza un conjunto deslumbrante de fuentes en Roma, desde la más sencilla, como La Barca en la plaza de España, que simboliza a la Iglesia navegando por el mundo , hasta la monumental de Los Cuatro Ríos en la Plaza Navona, complicada alegoría para exaltar el Papado, la Iglesia y a la familia del pontífice Inocencio X. La fuente hace alusión a los cuatro ríos del paraíso.
Como escultor religioso, empapado de un sentido teatral y escenográfico, pero también sinceramente expresivo, su obra maestra es la representación del Éxtasis de Santa Teresa en la Iglesia de Santa María de la Victoria. En ella Bernini consigue plasmar la expresión de lo espiritual. Un efecto luminoso hace que las imágenes parezcan suspendidas en el aire, y la expresión de la Santa en pleno arrebato místico, constituye una de las más grandes realizaciones de todo el arte barroco. Los rayos que aparecen están hechos de bronce y quieren representar la luz divina que se funde con la propia luz real que entra por la ventana.
PINTURA BARROCA EN ITALIA
Características Generales
• Las técnicas son el temple en pintura mural y el óleo sobre lienzo. La pincelada varía según el autor pero tiende a ser suelta y abierta.
• La línea pierde importancia. Predomina el color sobre el dibujo, así las manchas son las definidoras de las formas. El modelado tiende a contrastes violentos muy teatrales.
• Profundidad continua: en el barroco la pintura parece poseer las tres dimensiones. La sensación de profundidad se consigue con líneas convergentes, escorzos con un primer término oscuro, juego de luces,..
• La luz tiene un papel muy importante. El barroco es el arte de plasmar pictóricamente la luz y por esto la sombra juega un papel esta entonces inédito, especialmente en el tenebrismo. La forma se subordina a la luz y así pueden desvanecerse las formas por debilidad o intensidad del centelleo luminoso. El color es otro de los grandes protagonistas como definidor de formas.
• Composición asimétrica: se pierde la simetría propia del renacimiento. Se prefiere el desequilibrio y se consigue con diagonales o con formas partidas que indique que no todo cabe en el cuadro (figuras que no aparecen totalmente pintadas). Con las diagonales se consigue una primera impresión dinámica, reforzada por las figuras inestables, los escorzos, las ondulaciones,...
• La forma de expresión es naturalista realista y los temas son también muy variados destacando la pintura de género, bodegones y los paisajes como novedad.
A finales del siglo XVI Italia conoce la obra de dos artistas que van a imprimir carácter a la pintura europea de la primera mitad del siglo XVII. Uno de ellos es Caravaggio, el otro Aníbal Carracci.

CARAVAGGIO Y EL NATURALISMO
Es una de las figuras estelares de la historia de la pintura. Este artista era un ser extravagante y violento que llevó una vida azarosa.
Toma para todo tipo de composiciones, desde las mitológicas a las religiosas, modelos callejeros, sin someterlos a ningún proceso de idealización. Este procedimiento resulta muy eficaz para la Iglesia porque el cristiano se reconoce con facilidad en esta pintura; los santos son hombres como todos y parece más fácil el camino de la santidad y los episodios del Evangelio son fácilmente comprensibles. Esta excesiva vulgaridad de los tipos fue la causa de que algunas obras fueran rechazadas.
unto a la insistencia en lo real utiliza también un recurso importante: el Tenebrismo , consistente en presentar los personajes y los objetos sobre un fondo oscuro, destacándolos con una iluminación dirigida y violenta, como de un foco de teatro, que hace más evidente los gestos y los objetos, trayéndolos a una especie de primer plano. El tenebrismo ignora el paisaje, pero valora mucho la naturaleza muerta. En sus obras también es importante la psicología del personaje.
Pintó bodegones y composiciones con tipos populares pero sus obras maestras son grandes cuadros religiosos en los que la voluntaria vulgaridad de los modelos no quita grandeza y emoción a lo representado. Sus obras más importantes son: Vocación de San Mateo, El Martirio de San Mateo, La Conversión de San Pablo, el Martirio de San Pedro.,.El Entierro de la Virgen .

CARRACI. EL CLASICISMO BOLOÑES
En Bolonia se desarrolla una corriente que rechaza las formas idealizadas en exceso, pero también la realidad inmediata, con sus imperfecciones. Pintan las cosas no como son, sino como deberían ser, buscando la belleza ideal. Se interesan mucho por la naturaleza y crea un tipo de paisaje de enorme belleza y equilibrio. Aunque el esquema de cuadratura fue usado por Miguel Ángel, fueron los maestros de Bolonia quienes la consagraron.
Los Carracci crean una Academia que proporcione a los artistas, además de los conocimientos técnicos, una preparación literaria y humanística que enriquezca sus capacidades. Aníbal es el de mayor calidad. Su obra maestra es la decoración del salón grande del palacio Farnesio. Guido Reni: Es un seguidor importante de los Carracci y de la corriente clasicista. Destaca su obra Hipómenes y Atalanta.
LA PINTURA DECORATIVA
Es el último gran estilo pictórico italiano que se especializa en amplias decoraciones de bóvedas y muros, con un sentido triunfal y grandioso. Pietro de la Cortona: Es el primer maestro de este género. Realiza las bóvedas de los palacios Barberini en Roma. Luca Jordán crea una pintura decorativa de enorme efecto. Dejó obras importantes en España: El Escorial, catedral de Toledo.

PINTURA BARROCA EN FLANDES Y EN HOLANDA
En el desarrollo de la pintura de los Países Bajos influyen factores sociales, económicos, políticos y religiosos. La reforma religiosa entre una zona católica, aristocrática y monárquica bajo dominio español (Flandes), y otra protestante, democrática y burguesa (Holanda) determinó una separación total en los ideales artísticos que se reflejan en la pintura.
PINTURA FLAMENCA.
Características y autores:
• Se multiplican los asuntos religiosos en grandes lienzos de altar, insistiéndose mucho en la vida de santos y en las representaciones de los Sacramentos, que los protestantes rechazan.
• Los temas mitológicos son representados también en grandes dimensiones, para decoración de los palacios reales y de la alta nobleza.
• El retrato tiene un carácter aparatoso y solemne, dando idea ante todo de la elevada posición social del retratado.
• Pedro Pablo Rubens: Es la figura culminante de la pintura en Flandes. Se caracteriza por su dinamismo, vitalidad y exuberancia. Su colorido es cálido, aprendido de los venecianos, sus composiciones se ordenan sobre un esquema diagonal que les da una sensación de movimiento prolongado más allá del marco. Los cuerpos varoniles, musculosos o los afeminados, de modelos gruesos, carnosos y sensuales, se agrupan en composiciones de ritmo turbulento, enroscándose las formas.
Rubens trabaja con igual maestría todos los géneros. Como pintor religioso, crea una serie de grandes composiciones, de espectacularidad extraordinaria, al servicio del sentido triunfal de la iglesia: Descendimiento de la Cruz y el levantamiento de la Cruz.
Dentro de la pintura histórica destaca la serie de María de Médicis, compuesta de veintiún lienzos.
Como pintor mitológico interpretar con maestría y sensualidad los temas de Dioses como en Las Tres Gracias, El Jardín del Amor, El Juicio de París o La Venus en el tocado.
También trabajó el retrato, creando, inspirándose en los venecianos, un tipo de retrato de aspecto cortesano como el del Duque de Lerma.
• Van Dyck: Es pintor, ante todo, de la aristocracia a la que sabe halagar componiendo los retratos con un sello distinguido. Da mucha importancia a la indumentaria, adelgaza las formas y afemina las figuras.. Destacan sus retratos como Carlos I de Inglaterra.
• Jordaens: Sigue la influencia de Rubens, pero prefiere los temas populares, de tono humorístico, como El Rey bebe..



PINTURA HOLANDESA.
Características y autores:
• Desaparece por completo la pintura religiosa de altar al desaparecer el culto a las imágenes. Los cuadros religiosos son de pequeño formato para ser contemplados y meditados en las habitaciones de la burguesía.
• Los temas mitológicos apenas se tratan y, cuando existen tienen una intención alegórica o moralizante.
• El retrato toma un tono de intimidad, sobriedad y realismo. Aparece el retrato corporativo.
• Lo más característico de la pintura holandesa serán los géneros realistas, tan de gusto burgués, en cuadros de dimensiones reducidas para la decoración de las casas, en donde más que el lujo de los palacios de la nobleza, se busca la comodidad y el confort. Aparecen así los cuadros de interior, con escenas domésticas, los cuadros de animales, los puros paisajes y el bodegón.
• Frans Hals: Es seguramente el más íntimo retratista de su generación, intérprete extraordinario de la vivacidad y de la alegría del holandés. Con él cristaliza el retrato de grupo que reúne a los miembros de una corporación (las Regentes del Hospital de Harlem). También son importantes sus retratos individuales como La Gitana.
• Rembrandt van Ryn: Es la personalidad más compleja del arte holandés. Auténtico genio de la pintura, abarcó todos los campos: el retrato, el paisaje, el interior, el cuadro religioso, el mitológico, siendo, al propio tiempo, uno de los más grandes grabadores de todos los tiempos.
Su estilo parte del tenebrismo, pero aunque gusta de los contrastes de luz y de sombra, el límite entre ambos no es nunca tajante como en Caravaggio, sino que prefiere unas penumbras misteriosas y doradas que dan un enorme atractivo a sus obras. Es un gran predicador de ideas generales; no es lo concreto lo que resalta de su obra, sino el sentido de lo universal, por ejemplo, se fija en los pobres, pero luego no pinta mendigos, sino la pobreza.
El Buey desollado, una de las más geniales naturalezas muertas que se hayan pintado. La serie principal de los cuadros de Rembrandt está integrada por retratos. Los hizo individuales y colectivos. Ningún pintor ha pintado tantos autorretratos, a través de ellos, como por vía de ensayo, podemos apreciar el estudio de todos los problemas de la luz y las diversas expresiones del rostro. Dejó también muchos retratos de grupo como Lección de Anatomía de tono dramático y misterioso; La Ronda de Noche, encargado por los arcabuceros de Ámsterdam. El asunto es una toma de armas, los personajes preparan sus armas para iniciar una acción., en él la luz ciega, deslumbra, y en la misma sombra impera el color. Los Síndicos de los pañeros de Ámsterdam, su obra maestra, es una composición unitaria y llena de potente vida interior, hacia un mayor idealismo.
• Vermeer: Es el gran maestro del género típicamente holandés del cuadro de interior. Sus lienzos, de una extraordinaria sencillez en la composición Lo fundamental en sus obras es la luz y la belleza de sus colores claros, con una técnica casi puntillista, que hacen de él un artista muy audaz y moderno.

ARQUITECTURA BARROCA EN ESPAÑA.
La época del barroco español queda configurada desde el punto de vista cultural por el denominado " Siglo de Oro" que, iniciado en las últimas décadas del siglo XVI continúa hasta el último tercio del XVII. Se produce en esta época un período de máximo desarrollo en las letras y en las artes, en contraste evidente con la profunda y compleja crisis política, social y económica que vive España.
Características Generales:
• Los modelos herrerianos, perviven en la primera mitad del siglo XVII. La arquitectura palaciega presenta una gran homogeneidad. El tipo llamada de los Austrias, con torres en los extremos de la fachada, cubierta con chapitel y techumbre de pizarra, tiene una gran aceptación. Constituían severos edificios por fuera y en el interior abundaban las comodidades.
• Las estructuras de las iglesias son muy simples con cúpulas encamonadas y planta jesuítica (nave única y capillas en los contrafuertes) con gran austeridad decorativa. Los interiores de las iglesias se cubren con grandes retablos dorados que poco a poco se irán complicando.
• A partir de mediados de siglo, la influencia italiana se introduce en España. En los exteriores las fachadas se conciben mucha veces con estructuras parecidas a los retablos. Este estilo más decorativo se prolonga en la primera década del siglo XVIII, superponiéndose a la dirección de serenidad que propugnan los arquitectos cortesanos, que trabajan en torno a la corte de los Borbones.
• Preocupación por el urbanismo, con el desarrollo de las plazas mayores (Valladolid, Madrid, Salamanca,..). Suelen ser de forma rectangular, casi cuadrada, porticadas y con balcones.
Primera mitad del XVII
• Juan Gómez de Mora: Es la figura más importante del foco madrileño Proyectó la Plaza Mayor de Madrid con su estructura cerrada, rodeada de pórticos para los tenderos y de balcones para las fiestas. Sigue el estilo herreriano con forma austera, sobria y geométrica. Obra suya es también el Ayuntamiento de Madrid modificado con posterioridad.
• Alonso de Carbonell: Realiza el Palacio del Buen Retiro, obra muy simple, de ladrillo, con torres y chapiteles de pizarra, de aire escurialense, decorado el interior lujosamente con pinturas y tapices. Sólo queda de él el salón de Reinos, hoy parte del Museo del Ejército.
El Centro del Siglo
Se caracteriza por las formas más ricas que eliminan lo herreriano. Se enriquece la decoración con elementos naturalistas (guirnaldas de frutas, escultura en relieves y frisos), o abstractos (placas recortadas sobrepuestas, moldura partidas), que consiguen dar una rica movilidad a las fachadas. Merece especial atención Alonso Cano que crea la fachada de la Catedral de Granada con gran efecto de profundidad, al rehundir tres arcos, y de riqueza al decorar con placas y motivos vegetales la grandiosa estructura.
El Paso al Siglo XVIII
El siglo XVIII trae a España una nueva dinastía: los Borbones. Se produce en este momento la culminación del barroquismo español, con formas absolutamente opuestas a las que se sostenían desde la Corte ( gusto francés).
• Castilla: Las figuras más significativas son los Churriguera. Su importancia fue tanta que el término "churrigueresco" vino a sustituir entre nosotros al barroco.
- José Benito Churriguera: Es el más importante de ellos. Realizó numerosos retablos con gigantescas columnas salomónicas, recubiertos de pámpanos y coronados con entablamento partido. Su pieza más representativa es el Retablo de San Esteban de Salamanca. Es una obra que resume el barroco hispano con el gusto por el profuso adorno y los dorados, el ritmo dinámico de las formas curvas y la gran expresión de la escultura.
- Alberto Churriguera: Es el autor de la Plaza Mayor de Salamanca. Se inspira en la madrileña, cerrada, porticada y cuadrada. Es la obra más preciada del barroco salmantino. La madrileña es por esencia un monumento de los Austrias, lleno de austeridad. la de Salamanca corresponde a la época borbónica, adornada de elementos churriguerescos
- Joaquín Churriguera: Admiraba el plateresco y trabajó en el Colegio de Calatrava de Salamanca.
- Pedro de Ribera: Es artista de personalidad muy fuerte y de gran imaginación que usa el grueso baquetón quebrado. Trabajó en Madrid y sus obra más representativas son el Puente de Toledo, con sus templetes, y la Fachada del Hospicio de Madrid.
- Narciso Tomé: Realiza el Transparente de la Catedral de Toledo. Es una obra donde se aprecia esa fusión de arquitectura, escultura y pintura, que tanto entusiasma al barroco., con un efecto escenográfico en el que la luz juega un papel muy importante. Su riqueza de materiales, mármoles y bronce, lo singularizan aún más en nuestra historia.





Arquitectura Palaciega:
A partir del siglo XVIII, con la nueva dinastía llegan a España arquitectos franceses e italianos que centran su trabajo en los palacios siguiendo el gusto francés. Palacio Real de Madrid (Juvara), Aranjuez (Sabatini) y La Granja.

ESCULTURA BARROCA EN ESPAÑA
Características Generales.
• Durante el siglo XVIII en España se cultiva la escultura de carácter exclusivamente religioso. No hay prácticamente escultura civil y decae la funeraria.
• Es muy importante la escultura en madera policromada. Con esto se acentúa el sentimiento dramático intentando por todos los medios, hacer participar al espectador en lo que está viendo.
• Se busca el realismo de las escenas representadas. Se renuncia a la técnica del estofado y a los usos del oro, para buscar colores enteros en las vestiduras, llegando al empleo de telas verdaderas (incluso uñas y cabellos) en las imágenes, que sólo llegan a tener de talla la cabeza, las manos y los pies.
• La decadencia de la monarquía y el escaso poder económico de las clases dirigentes, vincula la producción escultórica a ambientes populares sin que por ello disminuya la calidad artística. Los clientes son la Iglesia y los fieles agrupados en Cofradías.
• Aparecen las imágenes procesionales, solas o formando grupos. Como consecuencia de ello observamos una escultura totalmente independiente de la arquitectura. Estos pasos suelen tener un carácter narrativo. Se mantienen los retablos.
• Las escuelas más importantes son la Castellana y la Andaluza. Ambas escuelas se distinguen por su realismo, pero interpretado de una forma diferente. En la castellana se muestra un realismo hiriente, doloroso, con representaciones desgarradas, en donde incluso no se rechaza la fealdad. La andaluza es más sosegada, buscando siempre la belleza, sin por ello huir del contenido espiritual.
Castilla:
• Gregorio Fernández: Representa la exaltación religiosa de la época. Su estilo es naturalista, severo, sus rostros y manos son muy expresivos, sus ropajes un tanto convencionales por ser excesivamente angulosos. Prefiere las imágenes sueltas y pasos procesionales con escasos personajes. Entre sus obras destacan:
- Las Inmaculadas, Los Santos españoles que trata con un extraordinario realismo como: Santa Teresa de Jesús, San Ignacio de Loyola, Los Pasos procesionales con gran patetismo para despertar el fervor popular.
- Los Cristos Yacentes, que realiza en dolorosa soledad. Muestra a Cristo echado con la cabeza ligeramente inclinada hacia la derecha, con los párpados y boca entreabiertas. Utiliza las llagas y heridas sangrantes como el valor supremo de expresión dramática y acentúa la nota trágica realista mediante la colocación de ojos y lágrimas de cristal.
Andalucía:
• Juan Martínez Montañés: Trabaja en Sevilla. El naturalismo de sus obras es sencillo, sin exageraciones, prefiriendo la emoción contenida al patetismo expresivo. Sus composiciones tienen gran armonía y sus rostros la dulzura de la belleza clásica. Entre sus obras destacan:
- La Inmaculada Concepción. Este tema se va a generalizar en el XVII y está en relación con la exaltación del culto a la Virgen. Montañés presenta la figura de pie sobre las nubes con ángeles, con el cuerpo levemente inclinado y las manos juntas, en otros casos aparece sobre la media luna rodeada de símbolos.
- El retablo de San Santiponce.
- El Cristo Crucificado de la Catedral de Sevilla.
• Alonso Cano: La búsqueda de la perfección, equilibrio e idealización son las notas más claras de su producción. En su obra destacan las Inmaculadas que realiza con un canon pequeño y primorosa ejecución.
• Pedro de Mena: Más realista que Cano, comunica los estados de ánimo de forma muy directa. Su creación más personal son los bustos de la Dolorosa, muy expresiva al manifestar el dolor.
Levante:
• Francisco Salzillo: Trabaja en Murcia y es la figura más importante del XVIII. De una sensibilidad delicada, su estilo se vuelca hacia cierto rococó. La Oración del Huerto es quizá el más famoso, por la bella figura del ángel.
Escultura Palaciega:
Destacan las estatuas ecuestres de Felipe III para la plaza Mayor, y de Felipe IV para la plaza de Oriente, ambas en Madrid, realizadas por Juan de Bolonia,

PINTURA BARROCA EN ESPAÑA.
El siglo XVII representa la época culminante de la pintura española. Es curioso advertir cómo la decadencia política y económica coincide con un auge artístico y espiritual de gran trascendencia. Tuvo España por entonces dos grandes focos artísticos: Madrid y Sevilla, pero existen otros núcleos de menor resonancia como Valencia, Córdoba, Granada, etc.
De las tres corrientes que se desarrollan en la pintura europea del siglo XVII (naturalismo, clasicismo y barroco decorativo), es la naturalista la que alcanza mayor difusión en nuestro país porque coincide con la sensibilidad española inclinada a lo real. El recargamiento aparatoso del barroco no encontró gran eco hasta la segunda mitad de siglo en que el estilo es más dinámico, colorista y opulento.
La iglesia es la que encarga las obras a los artistas, por esta razón los temas mitológicos apenas se desarrollan, y en compensación se importó para los palacios reales y residencias nobiliarias.
Los temas más usuales son los religiosos. Se representan Vírgenes con Niños, Inmaculadas, etc. El retrato es importante por su calidad y cuenta entre sus mejores artistas a Velázquez. El bodegón también tiene aceptación dado el carácter naturalista de nuestros pintores (Zurbarán).
En cuanto a la composición, muchos artistas no muestran gran interés por el movimiento de las figuras sino por las formas estáticas y utilizan en sus composiciones la simple yuxtaposición de objetos y personas (Zurbarán). Otros tienen gran interés por el movimiento y utilizan la diagonal barroca. Hay que destacar también la importancia que le dan los artistas españoles a la luz y a la perspectiva.
ESCUELA DE VALENCIA
Francisco de Ribalta (1565-1628): Su estilo incorpora elementos del arte de Caravaggio mostrando un gran realismo en sus personajes.
Ribera (1591-1652): Es uno de los grandes maestros de la etapa central del siglo. Su estilo parte del tenebrismo, pero la intensidad de su luz y la riqueza de los colores le dan un carácter muy personal. Está muy interesado por la representación estricta de la realidad y por eso su pintura tiene en ocasiones extraordinaria dureza y dramatismo.
En sus obras iniciales predomina un intenso tenebrismo. Con el tiempo olvida los fondos oscuros y aclara sus escenas con una luz dorada y enriquece sus matices cromáticos. Aunque la temática que predomina en sus obras es la religiosa, también le interesaron los temas mitológicos por su relación con los ambientes italianos. Obras importantes: El Sueño de Jacob, El Martirio de San Bartolomé.
ESCUELA ANDALUZA
Zurbarán (1598-1664): Es uno de los pintores más importantes de los años centrales del siglo. Sigue la corriente del sus lienzos ilustran muy bien los ideales de la Contrarreforma y del intenso fervor de las Ordenes Religiosas.
Su pintura parte del realismo propio del siglo, representa a sus personajes con gran sencillez y no le interesa el detalle. Utiliza un tenebrismo suave y claro cuya principal misión es definir los volúmenes, que están marcados por un dibujo preciso. Sus figuras tienen por esto un aspecto casi escultórico.
Sus composiciones son muy simples, en cambio, toda la atención se aplica a rostros y manos, que adquieren un enorme poder expresivo. En todos sus personajes se aprecia una honda espiritualidad, rechazando los sentimientos violentos. Representó mejor que nadie los rostros llenos de fervor de los santos y frailes.
Es un artista dedicado casi exclusivamente a los temas monásticos, realizando numerosas series para las distintas órdenes. Dentro de sus obras destacan las series que realizó en el Convento de la Merced (Sevilla), Convento de San Buenaventura (Sevilla), La Cartuja de Jerez y la de Sevilla y las obras del Monasterio de Guadalupe (Fray Gonzalo de Illescas)
Granada. Alonso Cano (1601-1667): Es otro de los grandes de la pintura andaluza. Tiende a la belleza ideal. Su pintura es idealista, refinada, culta, de colores delicadísimos, sus imágenes son tiernas y dulces. Hay que considerarle sobretodo creador de tipos como La Virgen con el Niño , la Piedad, la Inmaculada,...
Murillo (1617-1682): Nace en Sevilla, fue el pintor por excelencia de los temas religiosos que interpreta con fervor, dulzura y con el estilo colorista y dinámico propio del pleno barroco, aunque se mantiene dentro de un equilibrio compositivo.
Embellece la realidad y la hace amable, aun en los mismos temas de miseria y pobreza. Es muy exquisito en la técnica y sus modelos tienen cierto aire femenino. Supo adaptarse al gusto imperante y si en el periodo anterior se representaba a los santos heroizándolos, ahora se inicia la aproximación de la religión al pueblo.
Murillo fue pintor esencialmente de temas religiosos (La Sagrada Familia con el pajarito, Adoración de los Pastores) y le interesan mucho los temas marianos como La Virgen con el Niño o La Inmaculada. Son importantes sus representaciones infantiles como el Divino Pastor. En su pintura costumbrista, los temas tienen un tratamiento realista con un matiz picaresco.
Valdés Leal (1622-1690): Su estilo está más preocupado por la expresión que por la belleza. Tiene unas magníficas dotes de colorista. Es melodramático y orientó su pintura hacia lo desagradable y macabro. Entre sus obras destacan las Postrimerías que pintó para el Hospital de la Caridad de Sevilla.
ESCUELA MADRILEÑA.
Velázquez (1599-1660): Es una de las figuras más importantes de la pintura española. Está entre el realismo de la pintura de la primera mitad del siglo y el barroquismo de la segunda. Y entre Sevilla, donde nació, y Madrid, donde hace su carrera. La gran cantidad de obras conservadas nos permite conocer con mucho detalle la evolución de su pintura.
Felipe IV fue un verdadero mecenas para Velázquez. Trabajó en la Corte, esto le evitó problemas económicos y no precisó vender sus pinturas para poder vivir. Sus cuadros están hechos sin prisa, con abundantes retoques por no estar, apremiado ni por el tiempo ni por el dinero.
Etapas:
• En sus primeros años sevillanos, sigue la dirección naturalista con composiciones tenebristas, utilizando tonos ocres y cobrizos y una técnica apretada. Concede importancia a los elementos de la naturaleza muerta y a la individualización de los personajes: La Vieja friendo huevos, El Aguador de Sevilla, etc.
• Primera etapa madrileña. En 1623 se establece en Madrid como retratista y comienza a trabajar para la Corte. A partir de este momento su arte evoluciona cuando conoció a grandes pintores italianos, admirando en ellos el colorido y la luminosidad. Esto le impulso a abandonar el tenebrismo y comienza a pintar obras mitológicas: Los Borrachos.
• La madurez de su estilo sereno y equilibrado, preocupado por la luz y el color se inicia en la década de los años 30, tras su primer viaje a Italia. Su estancia en Italia enriqueció su concepción artística acentuando su interés por lo veneciano e incorporando a su pintura la elegancia y armonía compositivas propias del arte italiano (la Fragua de Vulcano).Su técnica en este período y después de la vuelta de Italia se vuelve cada vez más suelta y ligera, busca tonalidades más claras y ambientales. Con estas características pinta obras con La Rendición Breda, también llamado Las Lanzas, en el que representa un hecho histórico y donde el ambiente alcanza gran profundidad y transparencia, equilibrándose las figuras y el medio. Son importantes en esta etapa los retratos, en los que brillan los tonos plateados como el llamado Felipe IV de Plata, y los ecuestres de Felipe III, Margarita de Austria, Isabel de Borbón y el Conde-Duque. Su preocupación por la condición humana se pone de manifiesto en las representaciones de bufones y enanos como en el Niño de Vallecas.
• En su segundo viaje a Italia en 1649, pinta al Papa Inocencio X, magnífico en su conjunción de blancos y carmines y en la captación de la personalidad del modelo. Su obra La Venus del Espejo pudo ser pintada en Italia durante estos años. El tema es un desnudo femenino, excepcional dentro de la pintura española reacia al desnudo.
• Período final (1651-1660). En estos años la paleta de Velázquez se hace completamente líquida, esfumándose la forma y logrando calidades insuperables. La pasta se acumula a veces en pinceladas rápidas, de mucho efecto, diluye los contornos y da a las formas un carácter mutable casi de estilo impresionista.
Logra el dominio absoluto de la perspectiva aérea, es decir, de la representación de la profundidad en función de la relación espacio-luz, captando la atmósfera existente entre los cuerpos.
Sus obras capitales de este momento son Las Meninas y Las Hilanderas que responden a este estilo y a estas cualidades. En Las Meninas se observa Una extraordinaria maestría en la representación del espacio y de las variaciones luminosas. su perfecta composición convierte a este cuadro en una de las obras cumbre de toda la historia de la pintura. Las Hilanderas es otro de los grandes cuadros de Velázquez y muestra su profundo conocimiento de la mitología y de la representación de la luz y de la atmósfera.
Dentro de la escuela madrileña en la segunda mitad del siglo XVII, surge una gran cantidad de pintores que trabajan al fresco por influjo indudable del barroco italiano:
- Juan Carreño de Miranda. Es uno de los pintores de Cámara de Carlos II. Su pintura es dinámica y profundamente colorista.
- Claudio Coello. Es la figura cumbre del período. Sus temas preferidos son el retrato en el que continua la línea de Velázquez, y sobre todo los grandes cuadros de altar que muestran sus magníficas dotes técnicas y compositivas. Su obra cumbre es la Sagrada Forma de la Sacristía de El Escorial.

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