viernes, 24 de febrero de 2006

El Expresionismo

EL EXPRESIONISMO

El expresionismo antepone las emociones y los sentimientos sobre las formas. El artista pretende que el espectador experimente un impacto fundamentalmente emotivo ante las obras, respondiendo al uso desmedido de colores, a la disformidad, a la agresividad en la composición. Esta intención de subordinar las formas a los sentimientos siempre ha estado presente en el arte, desde sus inicios, ejemplificándose en los rostros de la pintura del Románico, en los monstruos del infierno del medioevo, en las figuras del Greco, o en los trabajos de representantes del Postimpresionismo como Van Gogh o Gauguin. Iniciando el siglo XX se formaliza esta postura dando lugar a un nuevo movimiento de vanguardia, El Expresionismo, que combate las técnicas y los modelos que prevalecían en Europa desde El Renacimiento así como el radical racionalismo de géneros como el Cubismo.
Los orígenes del Expresionismo se desarrollaron en Europa, principalmente en Alemania y Austria, luego de la Primera Guerra Mundial, como una forma de rechazar al impresionismo, en el que los colores y las formas son un reflejo de la nostalgia de los artistas ante la crueldad e inhumanidad de la guerra. Hacia finales del siglo XIX y principios del XX numerosos artistas, bajo la influencia de pintores como Van Gogh, Gauguin, y de movimientos como el postimpresionismo rechazan los lineamientos formales existentes y proclaman la ruptura con las normas y reglas del sistema artístico del siglo XIX. Los artistas dejan de lado la técnica pictórica y pasan por alto los cuestionamientos de la crítica y se dedican a representar la realidad que viven día a día pintando lo feo, lo vulgar, lo injusto. Los expresionistas combaten los valores que dan lugar a innumerables prejuicios, la figura humana elevada e idealista del siglo XIX, lo convencional de la cultura, la guerra, la injusticia social. Para algunos toma un respiro la esperanza de la creación de un mundo nuevo. En Alemania un grupo de pintores se agruparon en lo que llamaron Die Brücke ("El Puente") y buscaron cabida entre dos tendencias opuestas, aquella conformada por pintores de calidad media que sin ningún interés en la vanguardia se dedicaban a repetir motivos como floreros y paisajes y la otra que exacerbaba la razón y la objetividad, tal era el caso del cubismo. Con la intención de impulsar la visión subjetiva del artista, los integrantes de Die Brücke se volcaron a métodos primitivos, que calificaban de "auténticos", directos y sinceros, inspirándose también en la obra de pintores más contemporáneos como Cèzanne, Van Gogh, Gauguin y Edvar Munch, cuyas obras consideraban fuertemente emotivas. El grupo se reunió en Dresde desde 1905 hasta 1913 y practicó un arte plano y lineal que buscaba la simplificación absoluta de la forma y el color.

Hacia 1912, pintores de excelente calidad radicados en Munich se agruparon en lo que llamaron Der Blaue Reiter, cuyo tendencia, al igual que Die Brücke, apuntaba hacia el primitivismo. Genios como Kandinsky, Malévicht y Paul Klee conforman el grupo, que impulsa un lenguaje psicológico a través del simbolismo de los colores y las formas. Las frustraciones del hombre moderno y urbano ante los eventos bélicos, las guerras coloniales y las rivalidades entre viejas potencias, facilitaban el escenario para un movimiento tan revulsivo como resulto el Expresionismo. Der Blaue Reiter culminó violentamente con la declaración de la I Guerra Mundial en 1914.
Las circunstancias históricas de las que hemos hablado llevaron al artista expresionista a plantearse como reto la representación de las emociones y los sentimientos en su forma más completa, representando el lado pesimista pero sin descartar un mundo nuevo.
Características del Expresionismo:


§ Distorsiona las formas y recurre al uso de colores fuertes y puros, con combinaciones al azar, todo esto con la intención de alimentar sus obras de una desmedida fuerza psicológica y expresiva.
§ Está presente el uso de las líneas buscando transmitir el ritmo de los sentimientos.
§ Protagonizan las obras elementos como máscaras y paisajes. Se deja de lado la representación objetiva de la figura humana dando paso a rostros desfigurados y tristes.
§ Predominan los colores los colores azul, amarillo y verde, contrastando con el blanco y negro.

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