viernes, 24 de febrero de 2006

Arte S. XX

Arte S. XX
La abstracción pura, o no figurativa, es, probablemente, el culmen ideal del arte. En el fondo, toda representación artística es una abstracción de la realidad, y la abstracción pura prescinde de todo elemento que vincule la obra de arte con el mundo natural, para quedarse exclusivamente con la idea: con el concepto y la belleza.
La abstracción pura se enfrentó, y se enfrenta, a la incomprensión de la sociedad mucho más que los más radicales provocadores, y es que no tenía referentes históricos, era algo totalmente nuevo y opuesto al concepto de arte surgido en el Renacimiento, e incluso en la Antigüedad clásica. Se trata de un movimiento que simplifica las formas hasta perderlas, y quedarse en el color y las formas más puras. Incluso se va a prescindir del título, para que no haya referencias con la realidad. La obra de arte debe ser bella por sí misma, como objeto. El concepto de belleza y de obra de arte ha cambiado definitivamente.
El camino hacia la abstracción pura comienza en 1910 a raíz de la constitución por Kandinsky del grupo Der Blaue Reiter (El Caballero Azul) uno de los cuadros que Kandinsky expone en Múnich.
Vasily Kandinsky (1866-1944) es el gran teórico del arte abstracto. Escribe De lo espiritual en el arte, donde expone sus ideas. Es una auténtica reflexión sobre el arte, lo que es el arte y lo que es la obra de arte, y una declaración de principios. Su pintura está destinada a despertar la emoción en el espectador, en el que deben actuar sólo los sentimientos, pone a sus cuadros títulos abstractos, intrascendentes, actitud que imitarán, frecuentemente, los demás pintores. Puntas de arco, En alto, Lírica, Impresión V, Improvisación, Juicio universal; Amarillo, rojo, azul.
Paul Klee (1879-1940) tiene un carácter más simbólico. Transforma las figuras hasta hacerlas irreconocibles. El niño en el paisaje, Composición, En el gris de la noche, Puerto y veleros.
El rayonismo
El rayonismo es, en realidad, el último estadio del futurismo. Sin embargo, difícilmente se observa en él figura alguna. Publicará su manifiesto en Moscú 1913. Pretenden representar las radiaciones que se desprenden de los cuerpos; es la época en la que se descubren los rayos X y la radiactividad.
Sus representantes son Mijaíl Larionov, (1881-1964) Rayonismo rojo, Luz de la calle, y Natalia Goncharova, (1883-1962) La electricidad, Bosque verde. Su influencia se extenderá hasta la obra de Paul Jackson Pollock , Ojos en la cabeza y Georges Mathieu , Capetos por todas partes.
El suprematismo
Kasimir Malévich (1878-1935) es el gran pintor abstracto ruso. Su obra es muy fecunda, y participa de varios movimientos. Su obra abstracta crece tras la Revolución rusa. Es el inventor del suprematismo, que se caracteriza por las figuras simples y los colores planos. Cuadrado blanco sobre fondo blanco, y la serie de pintura suprematista sin título. Su estilo servirá para hacer carteles propagandísticos.
El neoplasticismo
En Holanda trabaja Piet Mondrian (1872-1944) máximo representante del grupo De Stijl (El Estilo). Su estética se conoce con el nombre de neoplasticismo,constructivismo o arte concreto. Se emparenta con el suprematismo ruso. Sus obras se caracterizan por las formas ortogonales, las líneas gruesas y los colores planos. Composición nº1, nº2, nº3, y nº5, Composición con líneas, Composición en gris y amarillo, Composición oval. El creador del grupo fue Théo van Doesburg : Composición XII.
El expresionismo abstracto
La deformación de las figuras que inicia el expresionismo nos lleva a la desaparición total de la forma. El cuadro se convierte en una masa informe de color y líneas. Entre los pintores del expresionismo abstracto tenemos a Arshile Gorky: Cascada, Willem Kooning : Mujer y bicicleta, Paul Jackson Pollock : Ojos en la cabeza, Catedral, Georges Mathieu : Capetos por todas partes, Jean Dubuffet : La mesa, Compañera constante y Philip Guston: El retorno.
El informalismo
En el informalismo se pone de relieve la expresividad de los materiales, sin necesidad de figuración. Entre ellos destacan Ántoni Tápies: Pintura 1957, Pintura abstracta, Gran escuadra, Cornelis van Beverloo : Juego del sol en las olas, Jean Dubuffet : La mesa, compañera constante, Jean Fautrier : La judía.
El op-art y el arte cinético
Tras la segunda guerra mundial aparece una nueva generación de artistas abstractos. No sólo se preocupan por comunicar con sus obras un sentimiento, sino que exigen del espectador una actitud activa. En sus obras el ojo debe estar mirando una obra que se mueve, buscando el principio y el fin. El op-art es un movimiento pictórico mientras que el arte cinético es más bien escultórico. En esta época el centro del arte es, definitivamente, Nueva York.
En el op-art encontramos a Víctor Vasarely: Triond, Supernova, Yaacov Agam , con sus cuadros en relieve, Doble metamorfosis III, Briget Riley: Current, Jeffrey Steele : La volta, Richard Anuszkiewicz : Iridiscencia, Michael Kidner : Azul, verde, violeta y marrón.
El arte cinético es la escultura del movimiento. Hacia 1922 surge una nueva forma de entender la escultura que pretende abandonar el estatismo de la escultura tradicional. Aparecen, así, los móviles, que se harían tan populares tras la segunda guerra mundial. Estas obras pueden moverse por la acción del espectador, el viento o un motor eléctrico. Para sus obras utilizan todo tipo de materiales, como chatarra, que una vez pintada tiende a perder la tercera dimensión para ser vistos desde un solo punto. Se identifican con la pintura, se simplifican las formas y se tiende a la abstracción pura. Este movimiento está muy vinculado a la Bauhaus . Una vez superado su impacto inicial, el arte cinético ha entrado en los hogares de gracias a los móviles de vivos colores que se colgaron encima de las cunas de los bebés, y en los juguetes de movimiento continuo que se pusieron de moda en la década de los 80.
En el arte cinético encontramos a escultores como Laszlo Moholy-Nagy: Moduladores del espacio, Man Ray: Objeto de construcción, Alexánder Rodchenko: Construcciones colgantes, Marta Boto: Rotaciones cinéticas, Anillos en movimiento, Nicolás Schoeffer : Efectos de luces sobre prisma de hielo, Gregorio Vardenaga: Rotaciones cinéticas, y Alexánder Cálder: Móvil estable.
Otros artistas abstractos son Frantisek Kupka: Líneas animadas, William Scott : Negro, arena y ocre, Giuseppe Santomaso: La hora de las cigarras, Pierre Soulages : Pintura, Egill Jacobsen : Bosque cósmico, Gustave Singer : Alta Provenza II, Barnett Newman : Adán, Mark Rothko: Rojo sobre castaño, Ádolph Góttlieb: Contrapeso, Terry Frost: Invierno, Patrick Heron : Pintura con franjas horizontales, Robert Delaunay : Disco simultáneo, Hans Arp: Según las leyes del azar, Frank Stella :Variación, y Kennet Noland : Regalo.
A pesar de la reticencia inicial, el arte abstracto triunfa definitivamente después de la segunda guerra mundial y hoy forma parte de la iconografía habitual, aunque de manera disfrazada.
Escultura abstracta
La abstracción en escultura persigue los mismos fines que en la pintura, aunque difícilmente pueden reconocerse lo mismos estilos.
Entre la escultura no figurativa destacan Georges Vantongerloo , que intenta la codificación matemática de los volúmenes: Relación de volúmenes, y Théo van Doesburg : Monumento a Leenvardem, ambos pertenecientes al grupo Der Stijl. Antoine Pevsner (1884–1965) es el escultor más representativo: Proyección en el espacio, Construcción cinética, Visión Espectral, Naum Gabó: Cabeza de mujer, Celuloide y metal, Eduardo Chillida, con sus esculturas monumentales: El peine de los vientos, El elogio al horizonte, Tres hierros y Julio González.

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